Estamos viviendo una situación inesperada a nivel mundial, la pandemia del COVID-19 además de haber originado un sinnúmero de muertes, también ha obligado a los gobiernos a repensar como viviremos como sociedad cuando empiece a disminuir la amenaza de esta terrible enfermedad. Lo que si es cierto es que la manera de vivir de todos nosotros, habrá cambiado. Es cierto que las actividades cotidianas como ir a un cine, a un teatro, a un concierto, a un restaurante, a los centros de estudio, a nuestro centro de trabajo, entre otras actividades que siempre realizamos día a día se irán normalizando y es muy posible que sean muy parecidas a las de antes de la pandemia, sin embargo en nuestro interior sabremos que nuestra vida es tan frágil y que el cuidado de la misma ahora más que nunca debemos valorarla.
Hoy más que nunca se hace necesario APROVECHAR EL DÍA, hacer que nuestra día a día sea más provechoso y ello es algo que debemos transmitir a nuestros estudiantes, pero también hacer lo propio en nuestra vida de maestros, pues si hacemos un examen de conciencia quizá encontremos que nuestra vida ha ido transcurriendo al ritmo y en la dirección que nos llevaba el sector al que pertenecemos, nos faltó leer más, viajar más, conocer otras realidades, producir más. Este tiempo de encierro que estamos viviendo ha sido una muy buena oportunidad para poner a prueba nuestro carácter, nuestra voluntad por proponernos APROVECHAR EL DÍA, como lo sugirió el poeta latino Horacio (65-8 a. de C.)
La virtualidad de los entornos digitales está dando paso al nuevo tipo de educación que tendremos que asumir, más temprano que tarde esa será la nueva manera de educar; lo que hemos venido haciendo en los colegios desde la tecnología ha sido mínimo en comparación a otros sectores de nuestra sociedad en donde la tecnología y el internet han ido ocupando un espacio cada vez más protagónico.
Una frase que a menudo escuchamos decir es que “de los grandes problemas surgen las grandes oportunidades”; pues bien, no dejemos pasar esta circunstancia, para sacar lo mejor que tenemos como maestros en beneficio de nuestros estudiantes. Carpe Diem querido maestro.