Contra viento y marea y aún con el riesgo de contagios, los estudiantes y docentes de todo el país han regresado a las aulas, en un primer momento con un aforo restringido, con clases híbridas y al final, cien por ciento de presencialidad.
La pandemia ha configurado nuestra realidad de una manera diferente, las consecuencias de la misma se han evidenciado en todas las actividades y a ello no ha escapado la Educación. El reto de los maestros hoy, es garantizar aprendizajes significativos y de calidad para todos los estudiantes; es un reto recurrente, pues año a año, aún sin pandemia los resultados no han sido los esperados. Más aún, este 2022 nos muestra una situación lamentable con respecto al retraso que ha experimentado la educación en nuestra región. El Banco Mundial y UNICEF, en colaboración con la UNESCO han publicado un informe en el cual manifiesta que “se prevé que cuatro de cada cinco alumnos de sexto grado en América Latina y el Caribe (ALC) no alcancen el nivel mínimo de comprensión lectora. Si bien la región ya se encontraba en una crisis de aprendizaje antes de la pandemia, esto representa un agravamiento sustancial. Esta nueva y alarmante estimación también sugiere que luego de dos años de cierre de escuelas en la región a causa de la COVID-19, los resultados del aprendizaje podrían haber retrocedido más de diez años. La evidencia que surge a lo largo de ALC apoya estas estimaciones”. https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2022/06/23/education-latin-america
El informe incluye cuatro acciones clave para ayudar a reencauzar a esta generación:
- Colocar a la recuperación educativa en lo más alto de la agenda pública.
- Reintegrar a todos los niños y niñas que han abandonado la escuela y asegurar que permanezcan en ella.
- Recuperar el aprendizaje y asegurar el bienestar socioemocional de los niños y niñas.
- Valorar, apoyar y formar a las y los docentes.
Esta última acción es la que corresponde a los Estados, pero también a las escuelas, velar porque sus docentes estén a la altura de las circunstancias, brindando las oportunidades para su crecimiento profesional, un crecimiento que incorpore nuevas formas de enseñar, nuevas formas para lograr que los niños, niñas y adolescentes puedan aprender.
El mundo ha cambiado dramáticamente a partir de la pandemia y la educación también. Ante esta circunstancia se hace necesario gestionar las escuelas de manera agresiva, en donde todos los procesos que convergen apunten a una mejora sustancial de los aprendizajes, razón fundamental que da sentido a la organización escolar.
Lima, 30 de junio del 2022.