En este mes de enero nuestros estudiantes se encuentran en casa en su periodo de vacaciones escolares, y desde el año pasado, específicamente desde en el mes de diciembre ellos han sido testigos de diferentes acontecimientos políticos que se han dado en nuestro país y que han desencadenado en diferentes manifestaciones y expresiones de un gran número de personas.
Nuestros estudiantes, aquellos que recibiremos en nuestras instituciones educativas el mes de marzo del presente año, están recibiendo, además de las imágenes propaladas por los diferentes medios de comunicación y por la redes sociales, mensajes explícitos a través de la opinión de los mayores, llámense periodistas, políticos, artistas y los miembros de su familia, en especial de sus padres o los que hagan las veces de ellos y de una u otra forma están asumiendo las posturas de ellos con respecto a la interpretación de la realidad y los acontecimientos.
Frente a ello, ¿qué haremos cuando vuelvan en marzo? ¿Abordaremos los temas vinculados a la realidad nacional o no lo haremos?
Responder a estas preguntas, tendría que ser la preocupación inicial que deberíamos tener los docentes a puertas del inicio del año escolar. El cuerpo docente se reencuentra en la institución educativa y como comunidad de aprendizaje liderados por el director o directora, deciden como utilizar los hechos que se dan en la realidad como insumo y fuentes de aprendizajes.
Ciertamente, ello requiere desde ahora que cada docente este preparado y a la altura de las circunstancias; todos pueden tener opiniones, pero en la escuela nos corresponde educar formalmente con las prerrogativas que nos da nuestra preparación en las diferentes disciplinas en las que hemos sido formados como docentes. Es por ello que recalco la necesidad de estar bien preparados, bien “equipados” con los diferentes saberes que compartiremos con nuestros estudiantes.
Es ocasión, para pensar en trabajar proyectos educativos interdisciplinarios, en todos los niveles educativos, desde inicial, pasando por primaria y terminando con secundaria. Nuestra preparación y experticia nos indicará el qué, el cómo y el para qué de nuestra intervención en cada nivel.
Por ello, vuelvo a la pregunta que formulé en líneas anteriores, cuando vuelvan los estudiantes a clases, después de las vacaciones, ¿Abordaremos los temas vinculados a la realidad nacional o no lo haremos?, mi propuesta es que sí, ciertamente cada institución educativa tomará la decisión que consideré más conveniente. Sea cual sea la decisión, pensemos que los proyectos son muy valiosos, pero lo más importante, es hacer de cada escuela un proyecto.
Lima, 26 de enero del 2023.