Toda institución educativa de la Educación Básica o la Educación Superior tiene procesos dentro de la misma, no siempre los llama así, y eso es debido a que en cada puesto de trabajo se desarrollan un conjunto de actividades que constituyen un proceso.
Cada servidor de una institución educativa, podemos decir, es dueño de su proceso, entendido este como la tarea o actividad que realiza cotidianamente. Si pudiéramos realizar una analogía podríamos decir que es dueño de su propia “empresa”.
Lo que sucede frecuentemente es que, aunque en el papel se habla de un trabajo colegiado y cooperativo, en la práctica ello no se refleja, en tanto que cada cual da cuenta de resultados individuales por su labor realizada.
Es por ello que hablamos de trabajar dentro de una cadena de valor añadido, aceptando obligaciones mutuas y responsabilidades compartidas. Este pequeño relato nos puede graficar un poco lo que queremos explicar:
“Tres trabajadores de construcción que hacían todos exactamente la misma tarea respondieron de forma diferente cuando se le preguntaba por lo que estaban haciendo:
- El primero respondió “estoy picando piedra”. Durante 8 horas se limitaba a hacer la tarea que le habían asignado y de acuerdo con las instrucciones recibidas.
- El segundo contestó “estoy haciendo una cruz”. Hacía lo mismo que el anterior, pero ya relacionaba su trabajo con la responsabilidad de obtener un producto
- El tercero dijo “estamos haciendo una catedral”. Por encima del anterior, tenía conciencia de grupo y de proceso global.
Las instituciones para conseguir un salto cuantitativo considerable en la mejora de la calidad del servicio educativo que ofrecen o para consolidar una posición de liderazgo, necesitan medir sus procesos, ello constituye una herramienta de gestión estratégica de incalculable valor.
En consecuencia, aparecen nuevas áreas de responsabilidad para el directivo ya que la gestión por procesos tiene fuertes repercusiones de orden cultural y organizativo. En ACC Consultores en Educación presentamos con claridad la metodología y herramientas necesarias para gestionar la mejora de la calidad institucional.
Lima, 14 de marzo del 2024.