“En la disciplina, lo que genera odio debe ser evitado, lo que crea autoestima debe ser buscado” Ginott
La preocupación por renovar el currículo escolar cada cinco años cuando entra un nuevo gobierno nacional ha puesto siempre la mirada en cómo distribuimos el tiempo y cuántas horas le asignamos a cada área, llámese Matemática, Ciencias Sociales entre otras. Sin embargo, el tema de la disciplina escolar no ha sido tratado adecuada ni eficientemente en nuestras escuelas.
Hoy escuchamos hablar de manejo efectivo del aula, creación de ambientes de aprendizaje, dirección del aula, y otras formas para referirnos a la disciplina escolar y es por ello que siempre estamos pensando en normas y reglas de comportamiento.
Lo que es cierto es que está latente la problemática de la disciplina escolar y es necesario tomarla en cuenta de manera seria y responsable, en donde los resultados se evidencien en comportamientos positivos que ayuden a una buena convivencia escolar, a un respeto mutuo entre niños, jóvenes y adultos y que ello contribuya a conseguir mejores aprendizajes. Como lo diría Sabbatella “la disciplina se define como la estrategia de planificación por parte del profesor para que se puedan llevar a cabo la concreción de los objetivos”.
Si bien es cierto el concepto de disciplina escolar y la forma como abordarla en la actualidad no es el mismo de las primeras décadas del siglo XX, también es cierto que ha sido desatendida en nuestras escuelas pues se ha hecho muy poco en trabajar con los docentes el aspecto psicológico que está detrás de esta problemática.
Recurrir a la psicología resulta necesario e imprescindible, es por ello que los directores de las escuelas deben trabajar con su equipo de psicólogos o con los psicólogos de las instituciones aliadas y nutrirse de los aportes de las teorías y modelos psicológicos y ver la manera más conveniente para atender la problemática de la disciplina escolar en cada escuela del país.
Los diferentes modelos y teorías psicológicas están allí, desde el modelo cognitivo-social de Albert Bandura pasando por el modelo humanista de Carl Rogers o los modelos conductista, humanista, cognitivo entre otros; cada uno propone desde el estudio del individuo las respuestas más pertinentes desde sus propias investigaciones: ¡Hagámosla nuestra! Nuestros estudiantes y padres de familia nos lo agradecerán.
Lima, 15 de agosto del 2022.
2 comentarios
Es importante y valioso su aporte .
Pero en los últimos años he notado una realidad y es que
cada año esta pasando que un grupo o dos ente los que se tiene
se da que aunque se da una supuesta selección de estudiantes
Hay varios grupos que quedan recargados con mas de un
estudiantes llegan con problemas de conducta , TDH, autoestimo, muchos de estos son diagnosticados y otros en procesos de evaluación lo que he notado es que estas conductas se hacen parte del comportamiento general del grupo .
Dejando la responsabilidad al maestro que esta en ese momento a cargo del grupo sin contar con las necesidades especificas de cada estudiante y las particularidades de la materia para centrar la atención del estudiante según su dificultad, ni el apoyo de un asistente externo.
¿Podrimos decir en este contexto que es responsabilidad de docente a cargo.?
Tarea pendiente de la escuela: Conocer a sus estudiantes y brindar el soporte necesario para que puedan ser atendidos adecuadamente.