Todo docente quiere hacer bien su trabajo, aprender a ser más eficaz y espera que se reconozcan sus logros, sus aciertos y su desempeño. Para ello, requiere saber cómo se está desempeñando.
El director es la persona fundamental para este propósito: Realizar la retroalimentación de manera objetiva, honesta y justa.
Para que la retroalimentación cumpla su objetivo debe presentarse de tal manera de quien la recibe no se sienta amenazado o atacado por la información que se le proporcionará.
Aquí presentamos algunas consideraciones a tomar en cuenta:
- Al desempeño y no hacia la persona. La información que el director proporciona sobre la observación del desempeño docente en el aula o en la escuela, ayuda a que el docente pueda elegir diferentes comportamientos o formas de actuar. La retroalimentación dirigida a las características o cualidades personales, no constituye retroalimentación, sino más bien un motivo para que el docente se resista a cambiar.
- Dejar de lado las opiniones. Es importante retroalimentar sobre aquello observado ubicándose en lo que se observó, cuándo y dónde. Las opiniones pasan por interpretaciones personales de lo ocurrido y ello hace poco efectiva la retroalimentación.
- Descriptiva y no evaluativa. Cuando ofreces una descripción objetiva de lo que ha ocurrido en la observación, el docente asume que algo debe cambiar para mejorar, en cambio sí emites juicios de valor ingresas al campo de la subjetividad pues estás valorando el desempeño de acuerdo a tu escala de valores.
- Sugerir alternativas. Manifiesta la conducta precisa que te gustaría observar sobre la base de argumentos pedagógicos, el docente es libre para aceptar, declinar o realizar otra propuesta. Las personas cambian en todo aspecto de la vida, cuando son conscientes de cómo sus comportamientos afectan a los demás y a sí mismo.
- Comprobar la comprensión. Repreguntar, parafrasear lo que nos va diciendo el docente contribuye a evitar errores de comprensión o malas interpretaciones.
- Compartir información más que consejos. Dar consejos impide que el docente elija sus comportamientos y se haga responsable de sus desempeños futuros. Es más útil para el docente que se le presente información relevante para que él pueda consultar y mejorar futuros desempeños.
La preocupación de todo director es conseguir que el docente crezca, aprenda, sea cada vez mejor y la respuesta del docente es la de estar dispuesto a mejorar y ser un mejor profesional cada día.
“De todo hombre que conozco puedo aprender algo, porque es mejor que yo en algo; y puedo enseñarle algo, porque soy mejor que él en algo” Benjamín Franklin.
Lima, 25 de noviembre del 2022.