Hace pocos días tuve la oportunidad de volver al colegio en el que alguna vez trabajé como profesor de educación secundaria. En esta ocasión volvía en calidad de abuelo, pues mi adorado nieto de 3 años había ingresado en el segundo semestre académico pues estuvo en un periodo de aprestamiento. Lo primero que noté al ingresar a sus instalaciones fue el buen trato que recibí del personal del colegio, con muchos de ellos no nos conocíamos pues era personal nuevo, con otros si, fue un reencuentro con colegas con los que compartí los mismos espacios y muchas experiencias. Un segundo día que volví al colegio pude apreciar la presentación de la Feria de Ciencias; me interceptó un estudiante de tercero de secundaria y me saludo con una expresión propia de la identidad institucional y de manera muy educada y expresión fluida me presentó el proyecto de su equipo. Caminando por el patio pude observar a todos los maestros y maestras que vestían con prestancia el uniforme del colegio, se les veía muy bien. Me alegró mucho volver al colegio. Esta visita me hizo caer en la cuenta como la cultura organizacional, en este caso, de este colegio refleja en cada uno de sus servidores lo que los distingue y es el sello distintivo que los hace diferentes como institución. Son pequeñas cosas que se construyen día a día, en su momento yo lo viví en mi tránsito por esa institución, pero está vez noté un crecimiento en lo personal y académico en cada maestro y maestra. A la par pude constatar que el colegio cada vez más se traza retos más ambiciosos para mejorar el servicio educativo prestado, incorporando a sus estudiantes en diferentes programas que potencian sus aprendizajes. Existe mucha literatura acerca de la Cultura Institucional, después de esta visita me llevo como lección aprendida la importancia de tres aspectos básicos que debemos procurar los maestros y maestras en nuestras escuelas:
- El buen trato, amable y afectivo.
- La pulcritud y buena presentación personal.
- La superación académica, personal e institucional
La cultura se interioriza o se adquiere a medida que se construye. Ni se construye ni se modifica de la noche a la mañana, lo uno y lo otro requiere tiempo. Hay que tomar la decisión de empezar.
Lima, 10 de setiembre del 2023.